Para muchos, perdonar puede ser una señal de debilidad, para otros, una muestra de madurez y hasta de valentía. Independientemente de esto lo que está demostrado es que hacerlo tiene beneficios en la salud mental, puesto que se acumulan menores niveles de estrés.
Según el siquiatra Santiago Duque, no perdonar genera una carga de estrés que se perpetúa hasta que se resuelve la situación. Ello implica cambios a nivel neuronal que predisponen a las personas a sentir ansiedad y a algunas condiciones gastrointestinales como la gastritis.
Por ello, ejecutar procesos de perdón sirve para liberar la rabia y el estrés al mejorar el estado de ánimo y la condición de salud en general.
¿Se aprende a perdonar?
La respuesta es que sí, pero como todo, es un proceso y por eso hay que empezar con ofensas poco graves. Así tomas conciencia acerca de este acto: más que exonerar al otro es exonerarte a ti mismo.
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Perdonar en cuatro pasos
– Identifica los sentimientos negativos.
– Asume la decisión de perdonar.
– Comprende lo que sucedió.
– Genera empatía hacia la persona que te ofendió.
Cuando perdonamos…
– Desarrollamos empatía.
– Reflexionamos.
– Mejoramos nuestra capacidad de ponernos en el lugar del otro.
– Reducimos los niveles de estrés, ansiedad y angustia.
Y tú, ¿te atreves a perdonar?
Fuentes: Forgiveness and Health, Clarín, El tiempo.com. Santiago Duque, médico siquiatra.