Comienzo este editorial con unas historias personales. Perdonen que haga esto, pero me parece una forma simple de explicar. Mostrar que en la vida tenemos grandes lecciones ahí, a nuestro alcance. Lo primero es contarles que los momentos más felices de mi vida han sido enmarcados por conversaciones. En una buena conversación se juntan la magia del aprender, del disfrutar y de relacionarnos con otros. Uno de los momentos más bonitos de mi infancia es el de una noche hablando de la poesía de León de Greiff con mi papá. Ya no sé qué me hizo más feliz, si lo que aprendí sobre Antioquia y sobre la poesía musical de nuestro escritor o simplemente el poder compartir un rato de abrazos, risas, lecturas e historias con Juan Escobar. Ese recuerdo me acompañará siempre.
Cambiemos nuestras conversaciones y haremos un mundo distinto
Humberto Maturana.
La segunda historia trata del cambio necesario, voluntario y amoroso. Por allá en segundo de primaria, siendo un niño hiperactivo, del colegio llamaron a mi mamá con una especie de ultimátum: el niño no dejaba dar clase. Ella se inventó una solución que todavía valoro para esa dificultad que tenía para concentrarme, que afectaba mi aprendizaje y estaba empezando a ser un problema para mis compañeros. Decidió que solo, sin tomar medicamentos, podía aprender, “evolucionar” a partir de mi propia naturaleza. Comenzamos a armar rompecabezas de mil y dos mil fichas, paso a paso, temblando de la dificultad, llorando de la frustración porque no era posible resolver ese desafío en minutos o segundos, porque se necesitaba método, calma, paciencia, concentración. Me tomó meses, pero aprendí a respirar y a concentrarme. Mi mamá no negó mi identidad, solo reconoció que para poder avanzar en la vida era necesario cambiar una parte de mi ser, no la energía ni el entusiasmo, sino la concentración. Ella me ayudó a evolucionar para ser como hoy: auténtico y funcional.
(Lee también: ¿Para qué educamos?).
En Comfama nos gusta mucho la conversación y como nuestro puente privilegiado para conversar con ustedes es el informador, comenzamos hace unos meses un proceso interno de evolución de este medio, que llega a los hogares de Antioquia desde 1981. La intención de este cambio es conectarnos mejor con nuestros afiliados y demás públicos con quienes tenemos relación permanente, convertir al medio en un servicio en sí mismo. Nos soñamos con una revista con la que aprendamos, nos divirtamos, que nos inspire para ser mejores personas, que nos abra oportunidades. Que la guardemos, recortemos y compartamos por sus contenidos únicos y relevantes.
Nuestro propósito es evolucionar para ser exitosos, sin perder nuestra esencia. Algo diferente a simplemente “cambiar”. No queremos cambiar como se cambia de camisa. En Comfama queremos comenzar a transformarnos de manera gradual, continua y enfocada, para ser mejores, para convertirnos en la empresa social y la Caja de compensación que las circunstancias nacionales demandan. Los invito a comprender que ante los retos en el horizonte (posconflicto, ruralidad, trabajo independiente, emprendimiento, tecnologías), no hay mejor respuesta que una vez entendido, este proceso de transformación sea un acto voluntario, no obligado. Por eso, uno de los primeros pasos que estamos dando para “meternos” en el futuro es el de construir un lenguaje que empodere, incluya, sea cercano, y cuente historias reales de personas reales. Queremos que al ver en casa o en el trabajo la revista mensual de Comfama, sientan emoción, intriga, ilusión y disfruten lo que somos.
Nuestro propósito es evolucionar para ser exitosos, sin perder nuestra esencia
En esta nueva era de nuestra comunicación se unen el sentido de nuestra existencia: la felicidad de Antioquia, con nuestra forma preferida: estar cerca de las personas. A esto añadan la actitud que ambicionamos: evolución permanente ¡y estamos listos!
Los invito a que juntos escribamos las páginas de estos nuevos informadores y nos sigan acompañando con la confianza y el cariño de siempre.
Hola, soy Stephania periodista en formación de la UPB y estamos haciendo una base de datos de todos los medios de Medellín.
Quiera saber cual es el número de contacto para comunicarnos con ustedes y un correo donde podemos comunicarnos.
Muchas gracias.
Estefanía Quintero.