Estamos en 2018, veinticinco años después de la publicación de este ensayo que ya hace parte del pensamiento clásico de occidente. Su autor es Octavio Paz, poeta y ensayista mexicano que ganó el premio Nobel de Literatura en 1990 y murió en 1998, cinco años después de publicar La Llama Doble. Esta es la entrevista que hubiéramos querido hacerle para que nuestros lectores de el informador escucharan de su propia voz las reflexiones acerca de la sexualidad, el erotismo y el amor.

Sobre la imagen: En el arte… Octavio Paz al óleo, (1986), de la artista española Sofía Gandarias.

¿Se imaginaba usted, maestro, que el tema del amor y el erotismo iba a interesar tanto a los lectores de todo el mundo?

Sí, lo sospechaba. El ser humano lleva dentro de sí muchas preguntas y contradicciones eternas. La explicación a sus instintos y la forma como los ha controlado es una de ellas. Déjeme decirles que el erotismo y la poesía tienen mucho en común.

¿Podría explicarnos un poco más?

El erotismo no es solo sexualidad animal. Es ceremonia, es representación. Fíjense entonces que se diferencia de la simple práctica del sexo porque esta tiene como objetivo la reproducción. En cambio, el erotismo no tiene ese fin. Se parece más a la poesía porque a pesar de que la poesía utiliza los mismos componentes del lenguaje comunicativo, no siempre las palabras poéticas dicen lo que dirían en una carta comercial. O sea que también se aleja de su objetivo original y se apoya en la imaginación.

¿Entonces ni el erotismo es simple sexualidad ni la poesía es simple lenguaje?

Digámoslo así: el erotismo es la metáfora de la sexualidad y la poesía es la erotización del lenguaje.

¿Y qué nos dice del amor y del erotismo?

Hay una importante diferencia entre ambos. Una persona, hombre o mujer, puede vivir el erotismo sola o con otras personas. En el sueño y en el encuentro erótico los sentidos se convierten en servidores de la imaginación. Entonces abrazamos fantasmas. Digamos que el erotismo es plural. En cambio, el amor se vive en cada momento con una persona única.

¿Qué impulsa a una persona a sentir amor por otra?

Es uno de esos misterios del ser humano. El amor es elección de esa persona única, en cuerpo y alma. Es también uno de los temas eternos. Fíjense que no hay literatura en el mundo que no se ocupe de historias de encuentros amorosos entre las personas.

¿Por qué escogió este título para su libro?

La llama es la parte más sutil del fuego, que se eleva y levanta a lo alto en figura piramidal. La sexualidad levanta la llama roja del erotismo y esta, a su vez, sostiene y alza otra llama, azul y trémula: la del amor.

Maestro Octavio Paz: los lectores de el informador estaremos eternamente agradecidos.