Alejandra encontró en El Faire una fiesta distinta en donde el encuentro se da alrededor de la creatividad y las ideas.
Alejandra Pérez y su marca de ropa Friki Freak asistieron por primera vez este año como emprendedores a El Faire, una feria de ilustración, historieta y fotografía que sucede anualmente desde 2015 en diversos escenarios del Valle de Aburrá.
Por eso, cuidadosamente, junto a su equipo, eligió un conjunto de piezas especiales, seleccionó con extremo cuidado prendas del inventario recurrente y produjo algunas ilustraciones impresas para ser expuestas y vendidas al público. Su objetivo, más allá de vender los productos que hacen con amor, era mostrar a otros que las ideas distintas también tienen cabida y pueden ser parte de una colectividad que celebra la creatividad.
Es viernes. Alejandra se prepara para lo que serán estos días. Empaca en su maleta y en cajas todos los materiales necesarios para hacer parte de esta fiesta. Sí, también empaca inspiración y poder, esos que le permitieron hace unos años, junto a sus socias Catalina y Aura, arriesgarse a crear esta marca. A las diez de la mañana llega a El Faire. Se ubica en su toldo y empieza a sentirse en ambiente con otros creadores que, al igual que ella, buscan mostrar sus ideas. Se reencuentra con las personas que quiere y admira, con sus socias Catalina y Aura, con las que convierte sus ideas en fiesta. También conoce nuevos artistas y conspira con ellos.
«Si no hay fiesta no hay parche», asegura Pilar Botero, una de sus organizadoras, por eso el parche de El Faire sabe a cerveza, conversación, espontaneidad, goce y tranquilidad. Se trata de una alternativa distinta, una posibilidad de conocer la fiesta del otro y de entender sus ideas. Alejandra encontró en El Faire una fiesta distinta en donde el encuentro se da alrededor de la creatividad y las ideas.
Alejandra, después de compartir con otros emprendedores, amigos y visitantes alrededor de la música, recuerda lo difícil que parecía impulsar una marca en plena pandemia y allí, rodeada de sus amigos, celebra la existencia de Friki Freak, su marca, que busca llevar la ilustración a las prendas de vestir como una invitación a la autenticidad y a vivir sin etiquetas.
«Si El Faire desapareciera sería una gran tristeza colectiva; se perdería un espacio muy valioso que se ha construido con mucho amor, autogestión y voluntades», afirma Alejandra para quien este ritual significa la manera de no sentirse sola en un territorio que sigue descubriendo el poder de las artes.
A Alejandra El Faire le dejó personas que abrazaron sus ideas, buena conversación, un quiebre en su rutina y una comunidad que se encuentra en la diversidad. Para ella «lo que hace es acercar lo artístico a cualquier tipo de usuario; lo lleva a la cotidianidad. Es una fiesta donde todos, todas, todes son bienvenidos».