La violencia homicida cobra la vida principalmente de los jóvenes; son estos las principales víctimas y victimarios. En 2020, una de cada dos personas asesinadas en Medellín tenía entre 14 y 28 años, lo que representa un desafío social para mejorar sus condiciones y evitar que sean cooptados por organizaciones criminales al estar fuera del sistema escolar y sin oportunidades de empleo.
Barber Art, una iniciativa social de esta ciudad, forma jóvenes como barberos y líderes para romper el ciclo de violencias.
Esta forma de ver la barbería es una herramienta para la incidencia política y los cortes de cabello cartografías territoriales que caminan.