Camilo Villada es contador y temió ante la posibilidad de perder su empleo. Una historia acerca de la fortuna que significa tener un trabajo estable en época de pandemia.
Hace trece años Camilo inició su experiencia profesional en Bancolombia y, gracias a las oportunidades que como trabajador encontró en esta entidad, logró estudiar y graduarse como profesional, adquirir un préstamo para comprar un apartamento propio e incluso, dentro de la empresa, encontrar el amor: Liliana, una administradora de empresas con quien se casó y hoy tiene dos hijos.
Con la llegada de la pandemia ocasionada por la COVID-19 varias cosas cambiaron en la vida de Camilo: hubo temor a enfermarse, incertidumbre acerca del futuro y miedo a perder su empleo, todo esto sumado a la necesidad de adaptarse a nuevas formas de ejecutar sus labores.
Inicialmente, a Camilo y a Liliana se les complicó equilibrar el tiempo laboral y el tiempo personal, por eso, decidieron establecer cronogramas en casa, acondicionaron la sala como oficina para no tener distracciones en la habitación durante la jornada de trabajo y, además, dejaron los pijamas a un lado para arreglarse cada día como si fueran a salir. También, realizaron algunos ajustes en temas económicos, por eso, les dieron prioridad a artículos de primera necesidad, a enlatados y alimentos importantes y dejaron de adquirir golosinas y dulces.
Era y es fácil toparse con relatos tristes de los cuales no quisiera ser protagonista. «He escuchado muchas historias de personas que se la posibilidad de trabajar han quedado sin trabajo, historias de pequeños emprendedores a los que se le cerraron los caminos debido a la pandemia y eso es algo que da mucha tristeza», afirma. También dice que ver esos casos a su alrededor le permitió ser consciente de lo afortunado que es al tener un empleo estable, en este momento atípico de la historia.
Y es que, aunque Camilo siempre sintió una profunda gratitud por trabajar en lo que le apasiona, antes de la pandemia, el cansancio y la rutina hacían que se quejara del volumen de acciones y responsabilidades. Hoy, en cambio, aunque la cantidad de trabajo posiblemente aumentó, cada día agradece que eso suceda y siente orgullo por pertenecer a una empresa como Bancolombia. Se siente respaldado.
Una situación tan difícil como esta hace que valoremos más la empresa, que trabajemos con más dedicación, que aportemos con más amor para alcanzar los resultados propuestos. No solo se está preocupando por darnos tranquilidad al trabajar desde nuestras casas, sino que también se ha preocupado por nuestra salud, por cómo nos sentimos a nivel emocional y eso es algo muy valioso para mí, dice.
Existen empresas que, ante las dificultades, en vez de contraerse se expanden para abrazar a sus integrantes y transmitirles que es juntos como se alcanzan los propósitos.
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Agradecer… La oportunidad de despertarse y poder trabajar por un propósito de vida.
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