“De origen religioso, cristiano, para ser más exactos, el perdón se mantuvo en ese ámbito durante siglos. Solo en el siglo XX (y luego de los horrores del Holocausto judío), fue introducido en la filosofía moral (ética), por autores como Hannah Arendt, Paul Ricoeur, y Jacques Derrida”.
“El perdón hace relación al pasado, es la manera como los humanos enfrentamos la irreversibilidad de lo hecho: cambiamos el pasado cuando ya este no es fuente de ira, culpabilidad o dolor ante un mal perpetrado o recibido”.
“[…] El perdón es, fundamentalmente, un acto de sanación y de liberación. Se da libremente, aunque el victimario no haya pedido perdón, es pues un acto personal de enorme libertad, que puede no involucrar a nadie más. Consecuencia de la pluralidad humana puesto que se trata de una relación víctima-victimario, es, en el fondo un acto de profunda soledad, radicalmente personal que no reclama reciprocidad. Pero es aún, un acto incompleto, porque no asegura el restablecimiento de una relación, que ya es un acto eminentemente plural. Para ello se requiere que el perdón sea solicitado como fruto del arrepentimiento, que se ofrezca reparación y se asegure que no habrá repetición. Solo en ese momento es posible la reconciliación. Puede pues haber perdón sin reconciliación, pero no reconciliación sin perdón previo. Por ello la paz es el resultado de la reconciliación, no sólo del perdón, porque supone la capacidad recuperada de interactuar, de perseguir objetivos comunes”.
“[…] El perdón es incondicional, evade cualquier normalización, no logra ser institucionalizado y expresa solo la voluntad gratuita de quien pronuncia la palabra liberadora de perdón”.
Fuente: Sobre los diálogos de paz. A partir de apuntes preparados para un conversatorio organizado por la Corporación REGION (mayo 29, 2013), sobe los diálogos de La Habana, en el que Beatriz Restrepo participó como facilitadora. Este texto lo desarrolló con Antonio Madariaga.
“A causa de la impredecibilidad del actuar humano y de la inseguridad del futuro, los seres humanos precisamos de perdonar y ser perdonados, y solo nos podemos apoyar del prometer y cumplir con nuestras promesas”.
Hannah Arendt, Filósofa alemana.