Este mes coinciden para mí dos eventos muy importantes. El primero, más personal, es que cumplo un año trabajando en Comfama ¡Estoy feliz! El segundo es institucional. En marzo hicimos nuestra Asamblea general de afiliados para presentar los resultados del 2016 y nuestra perspectiva de futuro. Hace un año me correspondió, un par de semanas después de haberme posesionado, el privilegio de presentar unos resultados y gestión liderados por mi antecesora, María Inés Restrepo, quien dejó a Comfama en un gran momento. Esta vez me corresponde, conjuntamente con el Consejo Directivo de la Caja, rendir oficialmente “las cuentas” de un año de arduo trabajo.
Por eso quisiera hablar esta vez de esa expresión poderosa y profunda de “rendir cuentas”. La palabra rendición quiere decir, desde su etimología, “devolver”. En el fondo se trata entonces de devolver a los dueños (en nuestro caso, los trabajadores de Antioquia) los resultados de la entidad que es de y para ustedes y sus familias. Esta “devolución” se hace entregando el balance de los logros alcanzados hasta ahora y los desafíos del siguiente período. La Asamblea es para nosotros algo serio. Es el espacio para dar a conocer en qué trabajamos, qué hacemos con cada peso que recibimos. Aunque en la era de las redes sociales y las tecnologías de la información se rinden cuentas cada día en miles de interacciones, el componente legal, simbólico y cultural de la Asamblea mantiene gran relevancia. El mensaje que queremos reiterar es que esta institución es de ustedes. Por eso preparamos durante meses nuestro informe.
Lo que viene será emocionante.
Nosotros trabajamos para que nos sigan queriendo mucho, y nuestros estudios de satisfacción y percepción demuestran que lo estamos logrando. Sin embargo, amor no quita conocimiento y queremos que nos ayuden a cuidar, crecer, mantener sólida y querida a Comfama. Sabemos que siempre hay cosas por mejorar. Por favor, sígannos exigiendo permanentemente, propóngannos ideas, proyectos, servicios. Cuando uno sabe que es dueño, cuida y critica constructivamente, porque le importa. Apreciamos mucho, por ejemplo, a aquellos empleadores que nos llaman para decirnos que quieren más oportunidades, más agilidad o mejor servicio. Ayúdennos por favor con su mirada vigilante y evaluación constante a mantenernos atentos, honestos y comprometidos.
Por otro lado, creo que es el momento de una rendición de cuentas más íntima a través de este medio, más allá de las cifras. Lo que he vivido este año lo quiero simplificar de esta manera.
En primer lugar he recorrido la Caja (aún me faltan sedes), escuchado mucho a los afiliados, empleadores, empleados y comunidad en general. Siento que he logrado abrazar y comprender esta maravillosa organización. Comfama es fácil de querer, pero hacemos tantas cosas, que hay que trabajar mucho para poder entenderla. Este año aprendí que ante todo, en la Caja somos emoción y vocación.
Segundo, con mucha “mañita” hemos propuesto adecuar nuestro quehacer a realidades innegables: las nuevas tecnologías, los cambios en la naturaleza del trabajo, el papel de los jóvenes, la necesidad de seguir profundizando en la ruralidad, las alianzas como mecanismo de crecimiento e impacto, entre otras. Decimos en Comfama que la evolución es constante y cuestión de supervivencia, no opcional.
Por otro lado, luego de 63 años de vida institucional y de un ciclo extraordinario de crecimiento y consolidación, con mayor razón debemos pensar en lo que sigue y no dormirnos en los laureles. Estamos construyendo con rigor nuestra estrategia de futuro y los planes de desarrollo para llegar cada vez a más colombianos, con mejores servicios, sosteniblemente. Queremos crecer para poder servir mejor. Queremos llegar a toda Antioquia y ser actores del desarrollo social y rural de Colombia.
Finalmente, si me preguntan a qué dediqué más tiempo, más energía y más amor, les diré que a consolidar una política de talento humano, a transformar una cultura organizacional que jamás olvide el compromiso social y se comprometa con el cambio permanente. Somos conscientes de que evolucionar la cultura en Comfama es ayudar a transformar la cultura en toda Antioquia.
Por esto, les doy mi garantía personal: lo que viene será emocionante. Estamos trabajando duro porque nos entendemos como responsables de un patrimonio social, cultural y económico inmenso. Sabemos que si actuamos bien, crearemos riqueza, sembraremos felicidad y dejaremos huella. Gracias por tanta confianza y amor que nos dan.
muy interesantes todos estos articulos que nos hacen reflexionar, sobre nuestros comportamientos y
propositos