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0 Que las casi 100 palabras que componen “Amor muy animal”, el cuento que acabas de escuchar, hayan sido escritas por un niño de 14 años es sorprendente, pero más sorprendende que lo haya hecho en 40 minutos, en un intenso momento de inspiración que lo sorprendió mientras estaba en la biblioteca de San Sebastián de Palmitas, al Noroccidente de la ciudad.
Recuerda que ese día se le vinieron varias ideas a la mente y que empezó a combinarlas con cosas que le gustaban, por ejemplo, los gatos, los colores vivos y las hadas. Cuando vio su obra completa, antes de inscribirla en el concurso Medellín en 100 palabras hubo un instante de duda, pero lo venció cuando se preguntó: “¿Y por qué no?”. La respuesta que le dio su cuerpo fue un subidón de autoestima y una firme creencia de que podía ganar.
A la ceremonia de premiación fue sin saber qué le esperaba. Solo sabía que de casi 11.000 cuentos participantes, el suyo había sido seleccionado como uno de los 100 mejores.
Recuerda con claridad que cuando lo anunciaron como ganador tenía su atención y su mirada puestas en abrir un dulce, por eso la sorpresa cuando escuchó que dijeron “Amor muy animal” fue enorme. A partir de ahí en su rostro solo hubo lágrimas de felicidad que se prolongaron hasta tarde, pues durante la noche su WhatsApp estuvo a reventar de mensajes de felicitación.
El reconocimiento fue como combustible para sus sueños, ahora disfruta más de leer literatura prehispánica y de escribir.
Tiene dos propósitos en la vida: ser profesional en marketing digital y fundar una compañía que se llame TCM, para recorrer el mundo, pues Thomas ahora sabe que la magia no solo se esconde en San Sebastián de Palmitas.
Regresa: Los niños dicen
