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0 Lupita Prada Jiménez nunca había vivido sola. Las medidas tomadas en España para contrarrestar la COVID-19 hicieron que sus compañeros de hogar regresaran a sus países. La soledad la transformó.
Siempre vivió acompañada, pues llegó a ese país desde el 2015 como estudiante de doble titulación en Derecho y Relaciones Internacionales en la IE University. Su llegada desde Medellín fue sencilla, pues casi el 80% de la población estudiantil era foránea: había dejado su hogar para estudiar. Se descubrieron, entonces, todos juntos en la misma situación, por lo que adaptarse fue un trabajo en equipo y, por eso mismo, más llevadero.
Cuando comenzó el brote en España, Lupita atravesó tres momentos: la calma, pues no creía que el virus sería algo grave; el miedo, al ver las consecuencias de lo que no creyó gran cosa, y la aceptación, el momento al que llegó viéndose sola, en un apartamento y sin poder salir.
En ese contexto, la soledad hizo de las suyas: la llevó a sentir desesperación porque las cosas no mejoraban y que sus planes a largo plazo, inevitablemente, se cancelarían. También vivió la incertidumbre de sentir que el encierro no se detendría pronto.
Paradójicamente, su soledad le permitió conectar más que nunca con las personas que quiere. «Aunque estoy en contacto permanente con todos los miembros de mi familia, nunca había sentido tanta alegría al verlos al mismo tiempo en una videollamada», cuenta Lupita.
Estar sola, además de transformarla la ha fortalecido. Su resiliencia se intensificó y, está dispuesta a no dejarse consumir por los sentimientos negativos –naturales en momentos de crisis–, implementó en su vida una rutina estricta en cuanto a las actividades que realiza en casa. Antes de la cuarentena, Lupita siempre, sin excepción, meditaba, hacía ejercicio, cocinaba, comía bien y le dedicaba un momento a adelantar su tesis de grado.
Ahora continúa haciendo todo esto, pero la soledad ha cambiado la forma en la que ejecuta cada uno de estos hábitos: «Antes siempre cocinaba cosas sanas, pero rápidas. Nunca me tomaba mi tiempo de preparar algo delicioso, con más tiempo. Ahora, estoy haciendo recetas: aprendí a hornear, sé preparar varios platos de origen asiático y hasta aprendí a hacer patatas bravas, un plato típico de la cocina española. ¡Le estoy dedicando tiempo a la cocina y me encanta!».
Otra de las rutinas que cambió fue la del ejercicio. Aunque iba al gimnasio con regularidad, no se ejercitaba todos los días. Ahora, hace ejercicios a diario y, durante la cuarentena, empezó a practicar yoga y meditación después de sus entrenamientos. «Siento que no solo estoy ejercitando mi cuerpo, sino también mi mente», explica Lupita. «Eso ha sido clave para procesar mejor esta crisis».
Hay muchas cosas que Lupita valora de este proceso, pues siente también que la ha preparado para adaptarse a los momentos difíciles, en los que es necesario «cambiar el chip». Aunque su presente puede ser complejo, se ha propuesto vivirlo de la mejor manera posible. Eso le ha enseñado, la ha puesto a prueba, le ha hecho valorar todo mucho más y la anima a reimaginar su futuro.
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En tiempos de crisis tenemos la oportunidad de conocernos y de reimaginarnos.
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¿Aprovechas este tiempo en casa para conocerte a ti mismo?
Tal vez nunca llegamos a imaginar como aquellas situaciones de películas, que parecían lejanas y hasta cierto punto ajenas a nuestro devenir, pudieran en algún momento romper la barrera que las mantenía confinadas. Ahora, leyendo historias como estas, la cual hace parte de tantas realidades presentes, reescribir nuestros esquemas mentales se hace más importante, concebirnos como seres sociales es más trascendente y conectar con todas las ” pequeñas cosas” se hace imprescindible para no dejar de ser seres humanos.
Buenos Días, muy interesante las historias, muchas gracias. Son de mucho interés, gracias por toda su labor.
Que maravilloso artículo sobre la experiencia de Lupita y la forma como aprovecho la oportunidad de cambio, para mejorar y preparase para situaciones futuras difíciles.
La experiencia de Lupita, es Una inmensa lección de Como rápidamente ante momento tan crítico como el actual, darle vuelta al chip, para aprenderle mucho.
Muchas gracias por estar pendientes de la población en estas épocas de confinamiento, gracias por permitirnos dispersar el tiempo de manera aprovechable.
Es la mejor manera de encontrarnos a nosotros mismos en momentos complejos como éste se abre un campo de posibilidades para enseñarnos a madurar como personas.
muchas gracias por estas grandes historias, en realidad son situaciones que nunca imaginamos que pasaríamos o nos tocaría enfrentar.
Es increíble descubrir toda la capacidad que tenemos para crear y reinventarnos, ayer le contaba a una amiga vía WhatsApp que estaba sorprendida de las cosas que está situación me había llevado hacer, le contaba que en mi hogar estábamos haciendo cosas por las que siempre pagabamos y que no nos atrevíamos hacer, mi hija pagaba más dinero de lo que uno diría normal por un corte de cabello con una especialista en rizos y resulta que ella misma hizo su corte con ayuda de un tutorial y quedó super. Igual paso con Migo, yo misma hice mi manicura y algo mejor, hicimos cera casera para depilarnos y esto salió muy bien y resultó super chévere, además entrenamos en casa más que lo que hacíamos antes y pasamos juntas tos y motivando nos a seguir nuestra vida y mi hijo menor también práctica fútbol y estudia muy motivado