Camilo empezó a experimentar agobio en la cuarentena. En ese momento, sin esperarlo, se le presentó la oportunidad de experimentar el amor. Una historia de cómo sí podemos hallar el amor en días de COVID-19.
Camilo Ortega tiene 24 años y es desarrollador web. Percibe el mundo digital como su espacio de trabajo y no como un estilo de vida. Por eso en su tiempo libre prefería, antes de la pandemia, salir de casa y estar en fiestas con sus amigos.
«La nueva normalidad» sacudió a Camilo y a su rutina. Dejó de salir de casa, no pudo ver más a sus amigos, comenzó a trabajar en su habitación y a estar más tiempo encerrado. Esta situación empezó a ponerlo ansioso; se sentía atrapado y agobiado por el ruido que hacían sus hermanos. Añoraba una cerveza, algo de silencio, soledad, aire fresco.
Hace un mes, Camilo recibió en redes sociales una solicitud de amistad de Mateo López. Sin prestarle mucha importancia la aceptó. Primero fue un saludo, después un «¿cómo estás?» y cuando menos lo esperó, un «te pienso».
Con la alegría que genera un nuevo amor llegaron las dudas, ¿pensar en una relación en medio de la pandemia?, ¿para qué si no podemos vernos?, ¿es solo una distracción para matar el encierro?, ¿y si me enamoro y sale mal? Era como llegar a un cruce de caminos y era necesario elegir una dirección. Camilo escogió intentarlo.
La relación de Mateo y Camilo se enfrenta a la distancia física, las cuarentenas, los picos y cédula, la distancia entre los barrios que habitan, uno en Aranjuez, el otro en Buenos Aires. A pesar de ello lograron verse una vez, antes de hacerlo se preguntaron si presentaban síntomas y si habían sido juiciosos con el uso del tapabocas, el distanciamiento físico de dos metros y el lavado de manos durante cuarenta segundos cada tres horas. Un rato juntos fue suficiente para confirmar el gusto que tenían el uno por el otro. Las videollamadas ahora son el combustible para que el amor crezca.
Mateo es enfermero y cuida a pacientes con COVID-19 y admite que a veces siente miedo de ser contagiado. En esos instantes Camilo se vuelve su soporte, siempre le recuerda que su trabajo lo convierte en un héroe y que simboliza la esperanza de tiempos mejores.
Luego de verse por primera vez, ambos reforzaron sus medidas de cuidado, la idea era tener una nueva cita, pero en los días en los que empezaban a planear cómo hacerlo, los sorprendió lo inesperado: Mateo resultó positivo para la COVID-19. Hubo lágrimas de frustración y miedo mientras se lo contaba en una videollamada a Camilo, quien tomó aire, se armó de valentía y le dijo: «lo superaremos juntos».
Acompañarse en la distancia, alegrar la vida del otro, ser apoyo y convertirse en una ilusión durante y probablemente, cuando pase la pandemia, es la prueba de que sí podemos vivir el amor en días de COVID-19. Algunos creen que todo es oscuridad y que nada bueno puede pasar en cuarentena…
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Elijo vivir… para amar y ser amado, aunque sea con tapabocas.
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¿Crees que puedes encontrar el amor en medio de una pandemia?
Las ilustraciones de esta edición de la revista Comfama hacen parte de S.O.S Creativirus, una convocatoria realizada por Universo Centro para que los artistas pudieran expresarse en época de aislamiento.
Si es posible encontrarlo. Solo depende cada uno hacerlo
Yo creo que no podemos encontrar un amor en días de covis todos estaremos con mucho temor ha infectarnos