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0 Aún recuerdo el programa de televisión que veía mi madre esa noche. Yo iba a interrumpirla con lo que consideraba un verdadero acto de valentía. Para entonces tenía 14 años. Un instante antes pensé: “¿y si derrumbo sus sueños, la esperanza de ser abuela o la alegría de verme con una mujer en el altar?”. Aunque esos, más que sus sueños, eran los de mi padre.
En una encuesta que hice por WhatsApp, entre mis amigos, para escribir este artículo, me di cuenta de que la mayoría prefirió decirle a su familia reunida. En otros casos, fue otra persona quien los “sacó del clóset”. En mi caso, ambas tuvieron que ver.
Decidí contarle primero a mi madre porque quería que ella fuera mi polo a tierra. Cuando se lo dije, estuvo conmigo y me brindó su apoyo para salir adelante. Con mi padre no fue tan fácil. Siempre ha sido un hombre de tradiciones muy conservadoras. A él no pude decírselo personalmente como hubiese querido. Alguien lo hizo sin contar conmigo y fue muy doloroso.
Era un domingo y yo sabía que él me iba a confrontar. Decidí esperarlo afuera de la casa con mi mamá, las manos me sudaban, la voz se me quebraba y el corazón me palpitaba muy fuerte. Cuando lo vi acercarse, había lágrimas en sus ojos y una actitud de desconsuelo, como si ser gay o amar a otro hombre estuviera mal.
Sin preámbulos me preguntó: “¿no te gustan las mujeres?”, yo le contesté: “así es, me gustan los hombres”. En ese momento, aunque sé que hice trizas el corazón de mi padre, fue el momento en el que más libre me sentí e inmediatamente pensé: “por fin”.
Decidí salir del clóset para ser libre e inspirar esta libertad en otros, para no tener que ocultar mis sentimientos. La razón más importante fue el amor propio y la decisión de ser yo mismo. Hoy vuelven a mí las palabras que una vez me dijo mi amigo Sebastián Cardona: “Salir del clóset es marcar un punto final a una vida que no es verdaderamente tuya, es renacer como el ave fénix o, aún mejor, como salir del capullo de una mariposa porque lo más importante es que te dejas de engañar a ti mismo”
Esta decisión me liberó. Sin embargo, también llegaron otras presiones sociales: “sea gay, pero serio”; “compórtese y estudie”. Yo no escucho que esas frases se las digan a los heterosexuales. Somos iguales, sentimos igual. Para mí lo más importante es ser quién eres y amar a quien quieras. El amor es un lenguaje universal que no merece etiquetarse ni recriminarse, es el principal camino para alcanzar la paz.
La misión de inspirar a otros
Convertirme en un activista gay fue un paso natural. Yo le digo a las familias que reconocerse LGBTI no nos hace diferentes, el amor es la principal herramienta que nos permite superar las adversidades, aprender de lo desconocido y transformar nuestros imaginarios. Así lo logramos mi padre y yo.
Hoy, después de 10 años de esa decisión, veo que todavía para las personas asumir su orientación sexual es un acto de resistencia a la ‘heteronormatividad’ impuesta por la sociedad. Para mí ha sido la mejor apuesta. El punto de partida para vivir de una manera libre en un camino y en una lucha a la que se han sumado muchas personas que quieren y merecen ser escuchadas.
Siento que el amor es el camino, hay que atreverse a conocer y a educarse acerca de este tema porque ser gay no nos hace desiguales; al fin y al cabo, lo que enriquece la vida humana es que todos somos diversos.
¿Qué piensa mi papá?
“Soy Óscar, el papá de Sebastián. Al principio fue difícil transformar mis costumbres. Yo también puedo decir que salí del clóset en el momento en que decidí amar a mi hijo sin importar las diferencias y gracias a él comprendí que en la diversidad está la riqueza de la vida”.
Soy Sebastián Arenas, administrador público, activista juvenil y codirector de esta edición de la Revista Comfama, tengo 24 años, soy un apasionado por defender las libertades y el amor, considero que por medio del respeto a las diferencias encontraremos la paz. Mi deseo para la sociedad: que acompañen a sus niños y jóvenes porque son el presente y los constructores de un futuro mejor.
Regresa: Desafío joven
Inimaginable que Comfama decidiera ser tan libre y abierta a estos temas. Muy conmovido me dejan con esta gran reflexión para compartir en familia.
Que belleza, el amor debe ser lo único que importa y como padres debemos darle la seguridad a nuestros hijos de amar en libertad, sin prejuicios. Eres un joven admirable, gracias por esas palabras llenas de amor.
Espectacular el artículo
Sebas. Hermosooooo!!!!, ay me encantó tu bello, sencillo y profundo relato de vida. Muy alentador e inspirador además para otras personas que aún no se deciden a divulgar su orientación sexual (por la razón que sea).
El testimonio de tu papá es muy bonito y profundo, pues rompe muchos prejuicios y paradigmas sociales, además que también alienta a los adultos sico- rígidos a amar a los hijos e hijas incondicionalmente!
Saludos Sebas!
Gran ser humano,te admiro y te respeto.
Sigue adelante sé que llegarás muy lejos.
Excelente ser humano el que se acepta como es y acepta a los demás, vivimos en una sociedad corrompida con muchos estereotipo y esta publicación con la historia de un joven con sueños cambian el chip de pensamiento de muchas personas. Que bien Sebas, éxitos.
Excelente artículo
Personalmente me he sentido identificado en muchos de los párrafos. Es un articulo que logra conectar con la historia de muchas personas que han sentido miedo, pero ese miedo se ha transformado en valentía en la búsqueda de una libertad de poder Ser. Salir del clóset es reconocerse, es valorarse, es sentirse seguro y estar preparado o preparada, para afrontar cualquier respuesta que llegue de tus padres o la sociedad con la que interactúas.
Salir del clóset: el gran paso a la libertad y al amor. Es la muestra de que el miedo y los estereotipos si se pueden derrotar, solo hay que atreverse a dar los pasos para generar acciones como un articulo, que logren educar y deconstruir imaginarios erróneos con los que hemos crecido, bajo la gran mentira de que solo se puede vivir en un modelo que no concibe sino, solo a una parte de la población que niega tantas diversidades existentes en el mundo.
Me gustó mucho la columna aun sigo enclosetado hace 22 años pero tus palabras me dan ánimo para lo que algún día enfrentaré
Graciass <3
Sebas es nuestro líder del equipo de trabajo y celebramos que pueda compartir su inspiración con otros. Somos testigos del acompañamiento que nos brinda para salir adelante con nuestras familias, y es un honor que Comfama replique estén mensaje a muchas personas más.
Hola! Soy Juliana del Voluntariado Diverso.
Al igual que Oscar, considero que también salí del closet hace unos años cuando decidí sacar a brote de flor todas las características diversas que me componen como humana y afrontar de manera responsable y respetuosa las críticas y los desacuerdos con mi madre y familia
Hay que seguir mostrando este tipo de historias que llegan al alma y erizan la piel. En realidad estamos dispuestos los padres a acompañar este proceso en nuestros hijos? Hasta que momento dejamos que ellos construyan su proyecto de vida ? Muchas preguntas e inquietudes deja este artículo. La forma en como se describe y se finaliza con el testimonio es hermoso.
Prefiero, el orden que la Madre Natura nos muestra en su día a día. Es muy difícil educar hoy a los hijos cuando ya supuestamente todo es válido. No es normal el concubinato de leones con leones o leonas con leonas, pero en la raza humana todo vale, estamos tergiversando la realidad.
Sebas es un teso! Esa forma de comunicar algo tan difícil cómo es salir del clóset me hace recordar el momento en que lo hice y estoy totalmente de acuerdo, aunque es muy duro y todo, lo más importante es que te dejas engañar a ti mismo y es un verdadero acto de amor propio. Quisiera ediciones para mis estudiantes en la Institución Educativa San Juan Bosco ¿Que podría hacer?
A comfama se le mojo la canoa Ahora resulta que desconocen el concepto de familia.
En mi casa también fue difícil por la parte paterna, me identifico con este artículo y definitivamente, no hay nada mejor que ser auténtico, me tomó mucho ver lo bueno de ser “diferente “ pero al reconocerme auténtico me encontré libre y no cambio eso por nada, se los recomiendo a todos.