Aumentar los pensamientos positivos, la concentración, la capacidad de la memoria y la claridad mental, además de regularizar el sueño, es posible si hacemos una respiración consciente y no forzada.
Piti Parra, maestro de chi-kung imperial, explica que, efectivamente, cuando nos hacemos conscientes de la respiración lo hacemos de forma forzada o espontánea.
Los atletas, por ejemplo, fuerzan su respiración para tener más energía en sus extremidades y conseguir mejores resultados en sus competencias. Sin embargo, no es una práctica conveniente en nuestra cotidianidad.
La idea, entonces, es concentrarnos en cómo respiramos, pero sin cambiar, clasificar, juzgar o etiquetar este proceso.
¿Cómo se hace esto?
Ten en cuenta lo siguiente:
• Relájate.
• Cierra los ojos suavemente.
• Deja la boca levemente abierta.
• Respira. No importa si lo haces por la nariz o por la boca.
• Enfoca tu atención en el ritmo de tu respiración.
• Y el paso final: disfruta el proceso.
¡Conéctate con tu respiración natural y aprovecha todos los beneficios!
Gozar del aire puro y de los hermosos paisajes del Parque Comfama Arví.