Trabajar por el bien común y no solo por los beneficios económicos. Una historia de cómo confiar en un propósito superior le dio vida a Ecoflora.
Los seres humanos, generalmente, imitamos las formas de actuar y de pensar de esas personas a las que admiramos. Nicolás Cock Duque lo vivió en su casa. Vio cómo su familia creaba empresas, organizaciones y proyectos que, más allá de buscar un beneficio económico, contribuían al bien común.
Ecoflora, empresa de la cual es cofundador, se dedicó inicialmente a la búsqueda de soluciones basadas en la naturaleza. Con ello se esperaba reemplazar los pesticidas químicos por sustancias derivadas de extractos de plantas para cuidar los cultivos, los agricultores, los productores, los consumidores, los polinizadores y a todo tipo de organismos benéficos. Un propósito superior compartido por Nicolás, sus empleados y sus aliados: proteger la vida.
Durante los 22 años de existencia de Ecoflora, Nicolás enfrentó diversos retos y momentos difíciles, por ejemplo, convencer a los agricultores para que decidieran probar sus productos biobasados; en medio de competidores que buscaban maximizar sus beneficios económicos, sin importar su entorno.
El carácter disruptivo de las innovaciones de Ecoflora requirió que Nicolás y su equipo promovieran el desarrollo de regulaciones y normas específicas y proporcionadas a sus desarrollos, esto para darle un marco y un sustento legal a sus productos por parte de las autoridades sanitarias respectivas y como medida para formalizar una bioindustria emergente.
Confiar en la investigación y en la innovación del talento colombiano, el desarrollo de un modelo de negocios de triple impacto, guiado por un propósito superior y regenerativo y no tomar atajos fueron aspectos fundamentales para la credibilidad y confianza desarrollada por Ecoflora a lo largo de su cadena de valor. Así buscan superar la competencia desleal de compañías internacionales aún guiadas por un modelo neocolonial, incluso con prácticas como la biopiratería o saqueo ilegal de los recursos biológicos, contrario a lo que ha hecho Ecoflora, como empresa certificada por la Unión de Biocomercio Ético (UEBT).
La paciencia y la persistencia han podido más. Hoy, bajo la sombrilla de Ecoflora, se han desarrollado tres compañías que exportan sus productos a cerca de 20 países en 3 continentes; una de ellas Ecoflora Cares, que produce colorantes e ingredientes naturales para las industrias alimentaria y cosmética.
Con esta compañía, el nuevo propósito es llevar el azul natural al mundo, el único color que le faltaba a la industria alimenticia para completar la paleta de colorantes naturales.
La experimentación llevó a los científicos de Ecoflora Cares a descubrir y desarrollar el azul de jagua. Mediante un proceso de cientos de pruebas y desafíos que hacían ver por momentos este proyecto imposible, lograron estandarizar el método y completar los dossiers regulatorios necesarios para poder llevar el azul a los mercados globales a través de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos, FDA por sus siglas en inglés, y a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA.
Después de conseguir la aprobación por parte del INVIMA, hoy en Ecoflora Cares trabajan para ser el primer aditivo natural colombiano en ser incluido en el Codex Alimentarius, lo cual abrirá la puerta para su exportación a más de 130 países.
Nicolás y sus empleados no tienen duda, cada día se despiertan con una misión: llevar el azul al mundo para proteger la vida y regenerar ecosistemas.
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Empresas con espíritu activista
Ecoflora Cares es una de muchas empresas en el mundo que tienen un espíritu activista y valiente que les permite tomar una posición, como la de desarrollar prácticas y productos amigables con el medio ambiente, y dedicar parte de sus esfuerzos a regenerar la naturaleza; por eso, adelantaron la siembra de más de 80 mil árboles de jagua, para proteger cerca de 5 mil hectáreas de bosque nativo y generar oportunidades de ingresos a diversas comunidades campesinas, indígenas y afrocolombianas.
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Confiar en las #EmpresasHeroicas
Una empresa heroica es la que comprende que su propósito no termina a final de año cuando presenta sus resultados, sabe que tiene un alcance infinito y trascendente. Es una empresa que se ve a sí misma como una organización social, comprende que los resultados financieros son apenas un medio para avanzar en su propósito, en la causa justa que ha escogido, que implica beneficio colectivo y regeneración del planeta.
Para ti ¿qué es una empresa heroica? Súmate a nuestra conversación en redes sociales utilizando las etiquetas #EmpresasHeroicas y #UnaCiudadQueSePregunta.
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Podemos confiar… En que se puede trabajar por algo que va más allá del dinero.
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Que historia tan hermosa, inspiradora y llena de posibilidades la de Ecoflora, su emprendimiento disruptivo, centrado en el cuidado de la naturaleza y sociedad le permite desarrollar esta sería de elementos amigables con el planeta y con la sociedad en general. Felicitaciones por su capacidad creadora y transformadora.