Globant, una empresa enfocada en el desarrollo de productos de software, trabaja por hacer realidad el principio organizacional que reza que las personas son lo más importante. Tomaron como norte esta premisa y eso les permitió crear una cultura empresarial que los distingue del resto de compañías y los ubica, entre los apasionados por la tecnología, como un sitio bastante atractivo para laborar.
La organización inició sus operaciones en Argentina cuando cuatros amigos decidieron compartir el propósito de la innovación. Hoy, tienen 31 centros de desarrollo en países como Perú, Brasil, Colombia, México y Estados Unidos. Su objetivo sigue siendo el mismo: divertirse en el trabajo, generando redes de colaboración que buscan objetivos comunes.
Esteban Molina, gerente para Medellín, asegura que el éxito de los Globers (el nombre de los miembros de esta compañía) está en que creen en sus valores, los viven y le apuestan a la colaboración, además sienten que su vida laboral no compite con la personal. Respecto a ese último punto en Globant no necesitan complicadas estrategias de retención del talento, los Globers tienen un interés genuino por quedarse en la empresa, se sienten felices de trabajar allí.
Los principios de las relaciones
Las interacciones que ocurren en esta compañía se dan a partir de tres pilares: la autonomía para el desarrollo de los proyectos; la excelencia para retarse y estar en constante crecimiento personal y como equipo, y el compartir un propósito. Los días en las oficinas de Globant transcurren entre flexibilidad, autogestión y creatividad, políticas que están homologadas para todas sus oficinas en el mundo.
El espacio es un factor determinante para que las buenas relaciones se den: mesas en forma de U para proyectos y equipos de trabajo de 8 personas, áreas abiertas, salas temáticas de reuniones, un tobogán para bajar las escaleras, zona de billar y Play Station, y espacios de libre circulación de Globers, quienes además no tienen horarios fijos. Así, en los últimos 10 años, esta se ha convertido en una de las compañías más importantes del sector tecnológico Latinoamericano, llegando incluso a cotizar en bolsas de valores de Estados Unidos.
Justamente en esos espacios que podrían parecer inoficiosos es donde se construyen las relaciones más diversas de los Globers. Molina cuenta que, por ejemplo, al jugar billar, un empleado comparte con otro de una cuenta diferente, hablan de sus proyectos y se comparten ideas y soluciones. Allí es donde ocurren las interacciones y se crean comunidades. Además, para motivar a su gente, la organización identificó la importancia de reconocer las buenas acciones de cada uno, por eso, haciendo uso nuevamente de la innovación, crearon una red social para Globers donde, entre compañeros, se dan estrellas de reconocimiento por sus buenos trabajos.
No existe una recompensa material y es un acto sincero y espontáneo. En Globant los empleados están llamados a pensar en grande, innovar y transformarse constantemente como parte de un equipo. Su compromiso es con el grupo, el proyecto y con su diversión.
Se promueve la armonía:
Siendo equitativo.
Cumpliendo con sus necesidades para la ejecución de sus la bores.
Tenerlos presentes en los días especiales.