Justo en el momento de la entrevista recibió la noticia: le habían otorgado el subsidio de vivienda de Comfama y sus ojos brillaban más que nunca mientras hablaba sin parar, aunque decía: “Yo no soy así, soy tímida, es que no puedo de la felicidad”.
Se trata de Lina María Botero Ospina, supervisora de producción en C.I. Jeans, una empresa que, además de apoyar a sus colaboradores para tener un hogar, hace todo lo necesario para que alcancen una vida de calidad.
En la compañía hay todo tipo de estrategias para llevar bienestar y de muchas de ellas se ha beneficiado Lina, como Cuidamos tu bolsillo. Ella cuenta, con otra gran sonrisa, que tuvo un accidente de tránsito y la empresa le prestó, sin intereses, para cubrir lo necesario, “porque aquí le apuestan a cuidar a la mujer y a las personas”.
Lina también ha crecido en la organización: “Me permitió progresar desde abajo, ser una mujer que escala y aprende”, pues luego de tres lustros ella tiene cuarenta y seis personas a su cargo, lo que ha significado romper barreras como mujer, todo debido a programas como LíderEs para supervisores, una idea que los forma en lo humano, que ha constituido equipos sólidos y que, de la mano de otras propuestas, ha logrado disminuir en un 50% la rotación laboral.
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Claro, esta empresa fabricante de prendas de vestir entiende apoyo de muchas maneras, de ahí que cuente con programas como ValorArte y SaludArte que buscan, entre muchas cosas, trabajar en lo humano para lograr seres más competentes, un interés permanente de directivos como Andrés Berdugo, su gerente general.
Ella agradece, además, herramientas como el “Buzón de la creatividad”, un espacio para todos y en el que ella ha podido manifestar sus inquietudes de forma reservada al gerente, quien permanentemente escucha y busca soluciones, algo nada fácil en una empresa en la que laboran más de 2.700 personas: “Yo misma he hecho propuestas y las han tenido en cuenta, a nosotras nos escuchan”.
“Antes, el personal no rotaba turnos, eso era un obstáculo para una mujer al no poder compartir con su familia. El gerente decidió que cada semana las personas iban a cambiar su horario de trabajo y al hacerlo mejoró la vida de las personas”, dice Lina, para quien ahora muchas mujeres tienen opción de estar más tiempo con sus hijos, y eso es una barrera diaria menos.
Lina, quien cumple dieciséis años en C.I. Jeans, sabe que ahí también puede cumplir sus sueños, como tener una casa para ella y su hija de once años, todo gracias a una empresa que la respalda y cree en una sociedad cada vez más equitativa.
En Colombia, el promedio del salario para los hombres recién graduados, en el año 2016, fue aproximadamente de $2.130.000 y de $1.877.000 para las mujeres.
Fuente: Observatorio laboral para la educación.