0 
0 ¿Si somos tantos, por qué no hacemos algo?
¿Y si el dinero que gastamos en una fiesta o en un taxi, lo donamos para hacer feliz a una familia? Esa fue la propuesta que Natalia Cano publicó en sus redes sociales durante los días previos al inicio de la cuarentena preventiva por el brote de la COVID-19 en el país.
El objetivo era claro, y fue planeado en un grupo de WhatsApp de 300 personas: donar mercados a las familias que dependen de trabajos que no pueden hacer desde casa. La gente que genera su sustento de las ganancias del diario.
«Hace muchos años fui modelo de protocolo», cuenta Natalia, quien ahora trabaja como comunicadora social. «En ese tiempo entré a un grupo, en donde constantemente nos compartíamos ofertas laborales o de productos que pudiéramos necesitar».
Fue allí, en esa red de apoyo, donde gestó su iniciativa, motivada por un video que se volvió viral en el que una pareja le entregaba 300.000 pesos a un vendedor de cocadas en Medellín. A partir de ello, se hizo una pregunta: ¿Si somos tantos, por qué no hacemos algo?
Comenzó a hacer una lista de nombres junto a la cantidad de dinero que cada uno donaría. Natalia fue enfática en algo: “siempre les dije que no les diera pena si iban a donar poco. Cinco mil o diez mil pesos pueden hacer la diferencia». El día que comenzó la colecta publicó la iniciativa en su Instagram junto a su número de cuenta para ver si alguno de sus contactos se animaba. La primera consignación fue de 500.000 pesos.
Por su cuenta Natalia recolectó 1.500.000 pesos. Compró alimentos no perecederos y productos de aseo, «Fuimos 10 personas a la Central Mayorista, y allá compramos todo, también concentrado para las personas que viéramos con mascotas», cuenta Natalia. Además ingresó la información de lo que había comprado en Excel para calcular cuántos mercados podía armar.
Tras tener listos los mercados, cada uno en un costal, se dividieron en cuatro carros para abarcar todos los puntos cardinales de Medellín. Lo hicieron «a ojo», pero siempre tuvieron como prioridad tres poblaciones: adultos mayores, personas con alguna discapacidad y mujeres. En el proceso, tomaron todas las precauciones: todos iban con guantes, alcohol y gel antibacterial.
Según Natalia, cuando las personas se unen y son solidarias pueden lograr muchas cosas. Dijo alguna vez el arquitecto británico Norman Foster «La crisis te obliga a hacer más con menos. Algunos de los mejores proyectos surgen de las mayores dificultades».
—
En tiempos de crisis nace una actitud de aprecio por los demás.
—
¿Qué fue lo último que hiciste para ayudar a alguien?
Hola bonita noche, soy empleado de la Caja, trabajo como instructor en los Capf, en la actualidad líder un “proyecto social” con mi familia y aquellas personas que deseen apoyarnos.
Les cuento, por medio de una iniciativa familiar de realizar una mesa de ayudas, se hizo una planeación programada para expandir las ayudas hasta lograr hacer la entrega de 71 kit alimentario y de aseo, estas para las familias más vulnerables de mi barrio y barrios aledaños, vivo en la comuna 8 de Medellín y sigo con el proyecto social, espero ayudar a más familias y ser el puente entre aquellos que me deseen apoyar en ésta iniciativa.
Ya comencé a recaudar más fondos, llevo 280.000 pesos actualmente, cada kit tiene un costo promedio de 38.000 pesos, cuándo tenga para repartir 20 o más kit vuelvo a salir a repartir felicidad entre aquellos que más lo necesiten.
Espero más personas se sumen y ayuden aquellos que lo necesitan, ya sean vecinos, amigos y como no aquellas familias que no distinguimos pero necesita de nuestro apoyo.
Sean felices!