Nació el 16 de junio del 2016, pero su cuerpo ya tenía las formas de una persona de más de 20 años. Nació con la complicidad de la noche, cuando su rostro tomó forma y los miedos quedaron atrás.
Nació para ser feliz, para ser como quería ser, sin importar lo que pensaran los demás, ni su mamá biológica, que estaba muy lejos de aquel parto.
Nació y no murió cuando despejó de su rostro todo el maquillaje y se vistió convencionalmente. Nació con alma y corazón propios. Nació en Medellín, en donde revive cada vez que Esteban, su creador, lo llama. Nació para quedarse, para sembrar semilla.
Nació como esa expresión artística que desatranca, que libera. Nació como una razón, como una meta, como un camino. Nació con el dolor de un corsé y de unos tacos altos.
Nació como el lienzo de una obra de arte. Nació como hombre y como mujer, y como ninguno de los dos.
Jano, simplemente nació.
“Estoy haciendo algo con mi vida, esto le da sentido”, dice Esteban, o dice su personaje, no se sabe, la felicidad se siente en el mismo cuerpo.




Jano, un año después
¿Quién es un drag queen?
Juliana Martínez, profesora de Género y Sexualidad en American University Washington DC, explica que hace referencia a una representación:
“artística y exagerada del género opuesto al que pertenece el artista. Estas representaciones no pretenden ser realistas, (…) por el contrario, juegan con diferentes elementos del género para lograr presentaciones llenas de talento”.
Buena idea
Que disfrutes del Claustro San Ignacio como escenario para el encuentro, la educación y la cultura en el centro de Medellín. Consulta la programación mensual en la sede o en www.comfama.com.
Fuente: www.sentiido.com.