Para Luis Hencker, el senderismo es una forma de vida, es salud, es la oportunidad de pensar, es tiempo de amigos, es paz.

Hace siete años se pasó de ser empresario a jubilado. Aprovechó su tiempo libre para hacer algo que le apasiona, caminar entre la naturaleza, por ello formó la comunidad de senderismo Barranqueros.

Es un viajero quincenal, cada dos semanas hace sus convocatorias por redes sociales, forma grupos de hasta 130 personas. Como destino propone los distintos parajes del Valle de Aburrá, entre sus favoritos el parque Arví,
por sus senderos ancestrales, la belleza de su flora y los sonidos de las quebradas y cascadas.

Ninguno de los recorridos que convoca tiene costo, su pago es el estar en contacto con la naturaleza y la posibilidad de conversar con sus compañeros de ruta. Cada viaje deja algún aprendizaje, los más comunes:
cuidar y respetar el ambiente además el de ser amable con los habitantes de las zonas por las que se camina.

Viajar no es cuestión de dinero, ni de irse lejos. Es más un propósito, un objetivo. Tal vez por eso el escritor, filósofo y poeta estadounidense Ralph Waldo Emerson decía: “No sigas el sendero. Dirígete en cambio a donde no
hay sendero y deja una huella”.

Senderismo en el mundo…

Gran Cañon (EE.UU). El viaje puede tardar entre 4 y 7 días, al descender en su cráter se puede disfrutar del río Colorado y la cascada de Ribbon.

Rutas por el pueblo de Bathalli (Nepal). Se empieza y termina en Katmandú, pasando por templos budistas y poblados rurales, como Bathali, además de disfrutar de las cimas nevadas del Himalaya.

Laugarvegurinn (Islandia). 53 km de camino entre glaciares, cascadas, llanuras de lava cubiertas de musgo, cimas volcánicas y lagos de espejo. Es un recorrido que si se realiza en verano, se puede hacer en un día.