¿Cómo podemos ayudar a un amigo o familiar que sufre un problema mental? Estos trastornos no son cuestión de estados de ánimo, tampoco son debilidades. Te compartimos un decálogo de posibles acciones para cuidar a tus seres queridos que necesitan apoyo.
« Anímate, pon de tu parte»; «agradece, mira que no te falta nada…», decimos en un esfuerzo por ayudar a quien presenta un problema de salud mental. Sin embargo, como cuando fallan los riñones o se alteran los niveles de azúcar, los diagnósticos relacionados con alteraciones en el cerebro y sus procesos vitales son condiciones que van más allá de las intenciones.
Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada ocho personas en el mundo padece un trastorno de salud mental, es decir que es altamente probable que, al menos uno de tus seres queridos, pueda padecer uno de estos trastornos.
Si quieres acompañar a alguien de forma amorosa y responsable, te proponemos diez acciones para hacerlo de manera asertiva.
- Abre tus oídos (y tu corazón). ¿Conoces la escucha activa? Estar plenamente atento a lo que el otro tiene por decir es una práctica poderosa para acompañar a las personas que padecen un trastorno mental. ¡No juzgues! Despójate de prejuicios sobre las emociones y pensamientos que tu ser querido experimenta.
- Cuida su autonomía. Cuando sabemos que un ser querido sufre, queremos protegerlo ante cualquier situación que genere su malestar. Hazle saber que cuenta con todas las herramientas para solucionar dificultades detonadas por su comportamiento.
- Promueve su tratamiento. Tu rol no es el de un psicólogo experto o de un médico psiquiatra, pero sí puedes convertirte en guardián de su tratamiento y apoyar a tu ser querido en la búsqueda de un profesional de la salud mental que oriente los caminos para avanzar en su terapia.
- Acompáñalo(a) a cuidarse. La alimentación saludable, la actividad física, el contacto con la naturaleza y el sueño reparador influyen positivamente en la salud mental y física. Si te es posible, cuida que tu ser querido adopte y fomente hábitos de nutrición, ejercicio y descanso como parte de su tratamiento.
- ¿Cómo te puedo ayudar?: la pregunta imprescindible. Cada vez que encuentres el momento indicado, pregúntale a tu ser querido qué necesita de ti, de qué formas prefiere que estés presente. ¡Eres tú quien realmente lo conoce! puedes sugerirle acciones específicas que estarías dispuesto(a) a hacer por él o, simplemente, consultarle cómo se imagina tu compañía en los tiempos difíciles.
- Recuérdale su valor y reconoce sus progresos. Una condición común entre las personas con trastornos mentales es la baja autoestima, la sensación de incapacidad de afrontar su vida. Recuérdale todas sus virtudes, logros y hechos que demuestran que su trastorno no lo define como persona. Celebra sus avances en el tratamiento. por pequeños que sean, puede resultarle difícil ser consciente de ellos.
- ¡Las propuestas son válidas! Proponle que vayan juntos a dar un paseo, que vean una película o que hagan algo que suelan disfrutar. Eso sí, ¡con libertad! Si no acepta tu invitación, no te preocupes, es normal. Evita mostrarle desaprobación o presionarlo. Muéstrale amorosamente que puede contar contigo.
- Invita a tu familia remar para el mismo lado. Después de informarte sobre su diagnóstico, conversa con las personas más cercanas a tu ser querido sobre una estrategia común para acompañarlo.
- En los momentos de crisis, muéstrale que lo comprendes. Puede que en ocasiones tu ser querido esté alterado o actúe impulsado por emociones como el miedo o la rabia. En ese caso, hazle saber que lo comprendes y que sus sentimientos son importantes para ti. Si llega a expresar intenciones de suicidio, tómatelo en serio y busca ayuda profesional.
- No te olvides de ti. En medio del cuidado corres el riesgo de descuidar tu propio bienestar. Recuerda atender tu salud mental y tus propias necesidades. Así, también, serás mejor compañía emocional y física para él o ella.
siempre estoy observando detalladamente el comportamiento de cada uno de ellos y estado emocional, preguntándole que tiene que le ha pasado por que problema esta pasando o a pasado pero aun le esta afectado, trato de ponerme en sus zapatos y darle ánimos y concejos de como sobre llevar esta situación y salir pronto de ella y se sienta cómoda con sigo mismo.