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0 ¿Qué le puede aportar la espiritualidad a una empresa? La respuesta de Andrés Aguirre, director del Hospital Pablo Tobón Uribe, a esa pregunta es: luz en los momentos de oscuridad.
Y es que al igual que los seres humanos, las empresas deben encontrar un camino espiritual y un sentido trascendente de su quehacer, que les permita mantener un rumbo fijo en medio de las posibles dificultades del día a día.
Cuidar, en primera instancia, parece el ejercicio obligatorio de un hospital con sus pacientes; no obstante, en el Pablo Tobón la concepción de cuidar es distinta: implica acoger a cada persona con amor y bondad, pues cuando alguien está enfermo es cuando encarna la máxima fragilidad humana. Es ahí donde se debe apaciguar la angustia.
Resignificar el concepto del cuidado no es algo nuevo en el hospital, pues desde su fundación en 1970 se definió un propósito que luego se convirtió en una especie de mantra: el edificio y los ladrillos son solo el cuerpo, el hospital es el espíritu.
Ese mantra, repetido y entendido por cada uno de los empleados que integran la empresa, con el paso de los años permitió elevar las labores cotidianas para hacer que cada empleado les dedique toda su energía, convirtiéndolas en un oficio sagrado que hace resplandecer la dignidad del otro, generar esperanza y valía. Esto en lenguaje empresarial es valor agregado.
No hay espiritualidad fácil, pero cuando una empresa o persona la encuentran es como un faro en medio de la oscuridad. En el hospital las personas evolucionan, se transforman y comprenden que el sentido de perseverancia y el aprendizaje deben ser permanentes para poder involucrar el corazón, la inteligencia y el compromiso. Todo esto caracteriza al equipo humano del Pablo Tobón: el hospital con alma.
¿Sabes cuál es el sentido trascendente y espiritual de las acciones del lugar en el que trabajas?
