Tierra de escritores

De Jericó pueden decirse muchas cosas; pero, existen un par que son indiscutibles. Primero está su belleza que, recreada en coloridos balcones y una singular arquitectura republicana, guardan algunos de los secretos más importantes de Antioquia. En segundo lugar, está su poesía, este municipio del Suroeste desprende olores a café; pero también deja salir las notas de la música y la literatura que sus calles evoca.

Cuna de más de 70 escritores que han representado las letras antioqueñas e inspirado la vida de otros, este municipio —uno de los tres patrimoniales de nuestro departamento— se deja contar desde las historias de sus gentes y sus paisajes.

Héctor Abad Gómez, Faustina Alzate Garcés, Raúl Correa Ramírez, Oliva Sossa de Jaramillo, Carolina Echeverry Hernández y Manuel Mejía Vallejo son algunos de los escritores que han dejado esos retratos vivos en nuestra memoria, son parte de ese legado de letras y poemas que hoy queremos recomendar para una lectura en voz alta.

La tierra éramos nosotros
Manuel Mejía Vallejo

Aquí se vive como en una familia llena de padres espirituales: un universo en pequeño. Por las tardes hay tertulia en el establecimiento del barbero. Allí se habla de todo. Historia, filosofía, literatura, política. Allí se resuelven los más importantes problemas mundiales; se discute sobre el progreso de la humanidad, y se dan fórmulas para salvar la patria.

El barbero, panzón de bozo romántico, es filósofo porque dijo: Este pueblo es como aquella Ceiba vieja. Le nacen hojas, envejecen y caen. Luego salen más, y sigue, pero el tronco no cambia. Este pueblo es como aquella Ceiba vieja.

Mi pueblo
Oliva Sossa de Jaramillo
1938

Este mi noble Jericó es bonito
enclavado en el sol de la montaña,
el monte azul rozando el infinito
y el infinito entrando en la cabaña.

Cuando su nombre con unción repito,
dulce nombre, más dulce que la cana,
donde el humo del lar es como un rito
que cumple el sol, cuando a mi pueblo baña.

Tierra de viejas datas patriarcales,
cuando el viento acaricia los maizales
el corazón dialoga con la calma.

Escondido entre verdes farallones,
reclinado en un haz de corazones,
su aliento puro me acaricia el alma.

Cartas desde Asia
Héctor Abad Gómez
1921-1987

La vida no es buena ni mala por sí misma. Es una mezcla de las dos cosas: “Unas veces buena y otras veces mala”. Sin embargo, yo había estado trabajando, siempre, por salvar vidas. Me había dedicado a la salud pública, con intensidad de fanático, queriendo que nadie muriera, que nadie se enfermara y que nadie sufriera. Le daba a la vida un valor en sí misma, una categoría indudable de cosa buena. Hoy no estoy tan seguro de que ésto sea cierto.

He visto tantas vidas miserables. Sin embargo, cuando en un asilo de ancianos pregunté a más de veinte de ellas si hubieran preferido no nacer, todos me contestaron que no, que preferían, de todas maneras, haber vivido. Una vez que la vida se conoce, no quiere abandonarse. Esta parece ser una ley biológica universal. Aceptamos, sin discusión, el valor de la vida.

Buena idea: ir a Hay Jericó

Del 25 al 27 de enero, Jericó será el punto de encuentro de figuras de talla internacional como el botánico español Carlos Magdalena, la escritora y periodista chilena Alejandra Costamagna y los escritores nacionales Héctor Abad Faciolince, Santiago Gamboa, Juan Gabriel Vásquez, entre otros, quienes se darán cita durante tres días dedicados a la literatura, el cine, las charlas y la música. Así será Hay Jericó, la versión del Hay Festival que por primera vez llegará hasta este pueblo de poetas.

La boletería para las personas que se encuentran en el área metropolitana está disponible en latiquetera.com. En las regiones, con los asesores de Comfama de cada municipio. Para consultar la programación y tener más información visita www.comfama.com.