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48 horas para regocijarse con el mundo
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48 horas para regocijarse con el mundo

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La isla de Barbados queda en el Caribe, en medio de aguas azules y cristalinas que llegan a sus playas de arena blanca. Quienes la conocen dicen que es un sitio paradisíaco. Allí viajaron Patricia Pérez y uno de sus jefes, era el año 2010. El motivo era el trabajo y por increíble que parezca, aunque permanecieron varios días en la isla, el tiempo no alcanzó ni para sumergirse en el mar ni para disfrutar, por un momento, de sus playas. Ella no olvida el rostro de tristeza de su acompañante en el vuelo de regreso.

Viajar en el trabajo aporta a la sensación de bienestar y ayuda a reducir, hasta en un 30%, el absentismo en las empresas.

Patricia y Ricardo en playa en Montego Bay, Jamaica.

Patricia hoy es la gerente de Microempresas de Colombia. Recuerda aquella experiencia, por eso implementó, en la compañía que dirige, una norma que extiende dos días los viajes de trabajo. La intención es que una vez cumplidos los compromisos laborales, los empleados puedan disfrutar del lugar, recorrerlo, conocerlo y vivir una experiencia que les sirva para crecer.

Ricardo Ramos, jefe de comunicaciones, es uno de los beneficiarios de la política de Microempresas de Colombia. Hace dos años tuvo la oportunidad de viajar a Montego Bay, Jamaica, para asistir al Foro Interamericano de la Microempresa (Foromic). Allí, conoció los lugares turísticos del país como la casa de Bob Marley, Ocho Ríos y el centro de Kingston, también descansó y disfrutó de la cultura y gastronomía del lugar. Este era su primer viaje internacional con la empresa y asegura que nunca lo olvidará.

Además de esa experiencia, con la empresa Ricardo conoció otros lugares de Colombia como Bogotá, Cartagena, Córdoba, Caldas, Bahía Solano, Chocó y casi el 90% de los municipios de Antioquia.

Para Patricia viajar expande el pensamiento y hasta mejora la productividad gracias a la concepción de nuevas ideas. Tal vez por eso alguna vez el poeta persa Moslih Eddin Saadi dijo que: “Un viajero sin capacidad de observación es como un pájaro sin alas”.

En Microempresas de Colombia a cada viaje internacional llevan un empleado distinto para que viva la experiencia y expanda sus conocimientos.

Ajedrez en Montego Bay, Jamaica.

Una empresa socialmente consciente sabe que viajar les proporciona bienestar a sus empleados porque se traduce en:

Un cerebro agradecido…

Según la Sociedad Española de Neurología (SEN) el cerebro genera nuevas conexiones neuronales durante toda la vida, pero lo hace más y mejor cuando se enfrenta a la novedad, la variedad y el desafío. Viajar cumple las tres condiciones.

Menos estrés y mayor bienestar emocional…

Puede ser a un destino cercano, el cerebro agradece desconectarse de la rutina y del ritmo frenético del ambiente laboral.

Más maneras de enfrentar los problemas… 

Salir de la zona de confort permite tomar distancia con la vida propia, entender lo bueno y lo malo en su verdadera dimensión, comprender mejor otras realidades, sus problemáticas
y posibles soluciones.

Según estudios realizados en la Clínica Marshfield en Wisconsin, las personas que viajan cada dos años son más propensas a la depresión que quienes vacacionan frecuentemente.

Regresa: Viaje 

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